El recorrido para lograr una buena salud y bienestar comienza con la construcción de un buen estilo de vida. Un estilo de vida orientado a la salud y al bienestar se construye eligiendo buenos hábitos y tomando opciones saludables como parte de rutinas diarias. No necesitas cambiar por completo tu vida y menos de una sola vez. Estos cambios pueden hacerse gradualmente.
Actividad física
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda 30 minutos de actividad aeróbica moderada diaria o un mínimo de 2 horas y 30 minutos por semana para adultos entre 18 y 64 años. Se recomienda el entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana para las principales partes del cuerpo: piernas, caderas, brazos, hombros, abdomen, espalda y pecho.
Si todavía no eres físicamente activo, incorporar actividades de acondicionamiento físico en tu vida no tiene por qué implicar mucho cambio. Un amplio rango de actividades físicas cumple con el plan de acción deseado. Ejemplos de actividad física moderada incluyen bailar, caminar a paso ligero, andar en bicicleta y más.
Ten en cuenta que 30 minutos de actividad moderada proporciona el mínimo requerido para obtener beneficios de salud. Las actividades más vigorosas como saltar en cuerda, escalar en roca y nadar proporcionan incluso mayores beneficios para la salud. Prolongar la cantidad de tiempo dedicado a hacer cualquier actividad física aumentará los beneficios a tu salud.
Para integrar con éxito actividades de ejercicio físico en tu vida, empieza haciéndolo parte de tu horario diario. Reserva un tiempo en tu plan de actividades diarias y pon un recordatorio en tu teléfono o reloj. Lo más importante que debes hacer es presentarte a una actividad física y realizar algún nivel de esta actividad. Incluso si no cumples los 30 minutos completos, aún estarás desarrollando el hábito de la actividad física.
Claves para el éxito:
Comienza con una actividad con la que disfrutes.
Si eres una persona social, únete a un grupo de ejercicios o entrenamiento, mejor con amigos.
Recuerda que cada poquito cuenta. Si haces ejercicio durante 20 minutos dos veces al día o ejercicios de 10 minutos a lo largo del día, puedes cumplir con el requisito de 2 horas y 30 minutos por semana.
Dieta sana y equilibrada
Junto con la buena forma física, la buena salud y el bienestar está una dieta sana y equilibrada. Las personas que comen bien experimentan muchos beneficios para su salud: un mejor mantenimiento de peso, menores posibilidades de desarrollar diabetes o enfermedades cardíacas y menores probabilidades de alguna enfermedad. Según lo recomendado por Dietary Guidelines for Americans, una dieta saludable incluye cantidades significativas de frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa, proteínas magras y granos no refinados. Las recomendaciones también sugieren reducir el sodio, el azúcar agregado, las grasas trans, las grasas saturadas y el colesterol.
Antes de que intentes recortar alimentos en tu dieta, trabaja en agregar opciones saludables a tus comidas y refrigerios. Adopta un enfoque positivo proactivo a medida que realizas cambios en lo que comes. Bebe una bebida no carbonatada en lugar de una bebida gaseosa o un refresco; puedes elegir té de hierbas sin azúcar que proporciona sabor, agua de limón o agua. Prefiere arroz integral en lugar de arroz blanco con tus comidas. Al igual que con el ejercicio, los pequeños cambios ayudan a una transición completa de estilo de vida más saludable.
Claves para el éxito:
Elije uno o dos pequeños cambios para incorporar a tu dieta cada mes.
Experimenta. Debes disfrutar comiendo saludablemente para que forme parte de tu estilo de vida.
Prueba alimentos nuevos y diferentes formas de prepararlos para disfrutar lo que te gusta. Asegúrate de mantener tu menú diario variado para que no te aburras con la comida que has hecho y no salgas corriendo por otro lado.
Conexión mente-cuerpo
Nuestro estado emocional puede afectar nuestra elección de alimentos, nuestro nivel de actividad física y nuestra capacidad para mantener un compromiso social positivo. Los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa satisfacen los centros de placer y gratificación en nuestros cerebros. Si estamos estresados o descontentos, muchos de nosotros buscamos alimentos ricos para sentirnos mejor. Algunas veces ésta es una decisión consciente; muchas veces no lo es. Además, sentirse enojado, infeliz o deprimido consume energía, y por lo tanto es más difícil hacer ejercicio o realizar alguna otra actividad física; simplemente no tenemos ganas.
Hay muchas formas de combatir esto. Las actividades físicas como yoga, pilates, tai chi y muchas otras fomentan expresamente una saludable conexión mente-cuerpo en todos los que las practican. Cada una de estas actividades usa el movimiento vinculando a la conciencia de la respiración para la concentración y calmar la mente y el sistema nervioso.
Es importante mantener el cuerpo sano y la mente en un estado de equilibrio para experimentar una sensación de bienestar. Equilibrio no significa que te conviertas en un autómata. Simplemente significa que no experimentes altas irreales o bajas debilitantes (depresión). Tener un temperamento equilibrado hace que sea más fácil lidiar con el estrés, adaptarse a los cambios y mantener un estilo de vida saludable.
Claves para el éxito:
Elije una actividad para la mente y el cuerpo que se adapte a tu estilo de vida y temperamento, e incluye en tu agenda. Practícala de manera consistente para obtener los mejores resultados.
Haz un hábito
Se necesitan de 21 a 30 días de práctica consistente para convertir una acción simple en un hábito. Los logros más complejos, como establecer una rutina de ejercicios, la meditación diaria y los cambios en la dieta, pueden llevar mucho más tiempo.
La tasa de logros para unos cambios más complejos puede ser muy variable. No te rindas al buscar salud y bienestar si no estás viendo resultados inmediatos. La clave para cambiar los hábitos establecidos y adquirir nuevos es la consistencia y la persistencia. ¡Puedes alcanzar tu objetivo!
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