Existe un secreto universal para vivir una vida plena: eres lo que piensas. Muchas de las grandes mentes de nuestro tiempo están de acuerdo en que los pensamientos son los componentes básicos de las experiencias de la vida. En pocas palabras: la calidad de tus pensamientos refleja la calidad de tu vida.
Se da el caso de que cuando empiezas a creer que las cosas materiales pueden mejorar tu vida, como comprar cosas brillantes y caras o hacer viajes a lugares lejanos y exóticos. Otras personas incluso recurren a sustancias que adormecen la mente para ayudarlas a olvidar su realidad.
La verdad es que para crear una realidad mejor se comienza creando un cambio desde adentro. Tus pensamientos son la fuerza impulsora que está detrás de por qué te sientes y actúas de la manera en que lo haces. A continuación, encontrarás tres consejos que te cambiarán la vida. Incorpóralos a tu día para que te ayuden a cambiar los patrones de pensamiento negativos a positivos. Una vez que comprendas el vínculo entre esos tres, puedes comenzar a vivir la vida que deseas de la manera que la deseas.
¿Cuáles son estos consejos?
1. Reconocer patrones de pensamiento defectuosos
La mayoría de nuestras creencias y pensamientos tienden a ser más negativos. Estos patrones de pensamiento defectuosos pueden provocar trastornos mentales como ansiedad y depresión.
El autor Earl Nightingale dijo: «Nos convertimos en lo que pensamos». Entonces, ¿por qué dejas que tus pensamientos negativos dicten la forma de cómo debes vivir tu vida?
Estos son algunos de los patrones de pensamiento negativos más comunes que padecemos muchos de nosotros. Consigue papel y lápiz y escribe con cuál de ellos te identificas más. Una vez que los haya identificado, puedes comenzar a transformarlos de negativos a positivos.
- Minimizar los logros y maximizar los errores simples.
- Pensar que los resultados futuros son catastróficos.
- Pensamiento dicotómico de todo o nada.
- Generalizando personas y situaciones.
- Filtrar declaraciones positivas y enfocarse solo en las negativas.
2. Fomentar hábitos saludables
Cuando haces algo repetidamente, se convierte en un hábito. Cuánto más lo hagas, más probabilidades tendrás de seguir haciéndolo en el futuro.
Los patrones de pensamiento son de la misma manera. Cuánto más pienses de una determinada manera, es más probable que sigas pensando en ello de la misma manera una y otra vez. Muy pronto, comenzará a consumir tu vida diaria.
La ciencia detrás de esto está en que cada pensamiento enciende una reacción química en tu cerebro. Esta reacción desencadena una cierta emoción. Como resultado, tus emociones envían una señal a tu cuerpo y reaccionas en consecuencia. Este ciclo se repite hasta que te das cuenta de que no estás viviendo la vida que deseas para ti. Ya ni siquiera puedes reconocerte quién eres. La cita de Marco Aurelius suena cierta aquí: «La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella».
Es entonces cuando debes decidir hacer un cambio, reacondicionándote a ti mismo reconociendo tus pensamientos negativos y cómo estos afectan tus emociones.
El acto de pensar acerca de tu pensamiento es lo que los psicólogos denominan metacognición. Es una de las mejores formas de averiguar qué es lo que está causando tus patrones de pensamiento.
Como ocurre con la mayoría de las cosas, reacondicionar los pensamientos lleva tiempo. Prepárate para algunos golpes en el camino, pero debes mantenerte firme.
Te darás cuenta de que es la única forma de tomar conciencia del vínculo entre tus pensamientos, emociones y comportamiento, solo entonces podrás recuperar el control y vivir la vida que te mereces.
3. Busca terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una herramienta eficaz para tratar ciertos trastornos mentales. Este tipo de terapia se centra en la idea de que nuestros pensamientos, comportamientos y emociones están vinculados.
La terapia del comportamiento cognoscitiva CBT trata de tu presente, en lugar de centrarse únicamente en eventos pasados. Fue Ralph Waldo Emerson quien escribió: «Un hombre es lo que piensa todo el día».
A través de CBT, aprendes cómo desafiar los pensamientos y comportamientos negativos. Es una excelente manera de ver de primera mano cómo los pensamientos influyen en el comportamiento para comenzar a vivir intencionalmente. (Vivir intencionalmente es considerar cuidadosamente las decisiones que se toman y asegurarse de que esas opciones te lleven en la dirección que quieres ir).
Consulta algunas de las estrategias de CBT más comunes:
- Exposición: enfrentarse cara a cara con tus miedos para enfrentar y superar el estrés y la aprensión.
- Mindfullness o atención plena: es prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
- Entrenamiento de habilidades: practicar ciertas habilidades a través de juegos de rol, modelado y escenarios simulados.
Lo más importante
Ahora es el momento de un pequeño desafío. Ser más consciente de tus pensamientos, tanto los buenos como los malos.
Los pensamientos negativos te impiden vivir la vida al máximo. Te mantienen encadenado en un ciclo agotador de dudas, miedo y pánico.
Por otro lado, los pensamientos positivos te hacen sentir bien contigo mismo. Mejoran tu estado de ánimo, aumentan tu motivación y te alientan a trabajar duro.
Por lo tanto, trabaja en volver a cablear tu cerebro para tener pensamientos positivos y felices. Comenzar puede ser difícil al principio, pero vale la pena a largo plazo. ¡Tu yo futuro te lo agradecerá!
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