En los últimos años, se han llevado a cabo muchos estudios sobre el uso corriente de dispositivos de comunicación, como teléfonos celulares, para verificar el impacto sobre la salud. Si bien se han logrado algunos resultados definitivos, es difícil conocer el efecto que esos resultados realmente tienen sobre el bienestar de las personas.
Impacto sobre la salud
Se han realizado numerosos investigaciones que muestran que aún los bajos niveles de radiación electromagnética de los teléfonos celulares y otros dispositivos de radiodifusión tienen un impacto directo en las moléculas del cuerpo.
Las ondas de radio y las microondas emitidas por estos dispositivos provocan un aumento en la oxidación de ciertas enzimas, lo que marca un aumento en los niveles generales de oxidación del cuerpo. Todavía no está claro, sin embargo, qué tanto este aumento de oxidación realmente daña el cuerpo, si es que lo hace.
La oxidación es normal en la vida, pero el aumento de los niveles de oxidación a lo largo del tiempo puede dañar las células e incluso provocar cáncer. Por lo tanto, hay por lo menos una razón para pensar en los posibles daños.
Hay algunos estudios que han demostrado sólidamente que aquellos alimentos y sustancias con alto contenido de antioxidantes pueden prevenir una gran parte de la oxidación inducida por la radiación. Sustancias como el gingko biloba y el propóleo de abeja son buenos ejemplos (Ilhan et al., 2004) (Ozguner et al., 2005).
Efecto psicológico.
Algunos estudios
Una amenaza potencial más concreta y tal vez incluso más peligrosa del uso inadecuado de la tecnología es el efecto psicológico que puede tener.
Si bien se han realizado muchos estudios sobre el impacto mental y social de la tecnología, algunos estudios particulares se destacan. Un estudio realizado por Andrew Przybylski en la Universidad de Essex demostró que incluso la mera presencia de un teléfono celular durante una conversación personal puede disminuir la efectividad mental y emocional de la interacción debido a una menor vinculación y una menor atención (AK Przybylski, 2013).
Si bien esto puede no tener un gran impacto en situaciones tales como una conferencia de negocios u otras configuraciones de grupo, puede tener consecuencias potencialmente desastrosas cuando se trata de establecer y mantener relaciones personales.
El segundo estudio, realizado por Sara Thomeé y algunos otros muestran: cuántos adultos jóvenes sufrieron niveles altos de estrés, ansiedad y depresión debido al aumento en el uso del teléfono celular (Thomeé et al., 2011). No se sabe por qué, la causa no se ha establecido aún, pero hay varias posibles candidatas. Una causa posible del estrés relacionado con la tecnología es la sensación de inadecuación constante que la persona siente hacia si misma y sus circunstancias.
Un tercer estudio realizado por Erin Gemmill y Michael Peterson tuvo un enfoque ligeramente diferente. Estudiaron cómo el uso del teléfono celular contribuyó a problemas externos de estrés, llegar a clases o al trabajo tarde, ser interrumpido a mitad de la noche, perder información vital y entregar la tarea tarde. Todo lo cual tiende a ser fuente importante de estrés en la vida de los estudiantes. El estudio encontró que el 25% de los participantes en el estudio experimentaron una mayor cantidad de factores estresantes inducidos por la tecnología (Gemmill y Peterson, 2006).
Los efectos adversos observados en este estudio variaron según la percepción y el uso individual de la tecnología, pero los resultados generales muestran que el problema es lo suficientemente grande como para merecer atención sobre cómo una persona hace uso de la tecnología.
Otros problemas psicológicos
Insatisfacción con la propia vida
A medida que avanza la tecnología, es fácil vigilar el progreso del vecino y también dar a conocer lo mejor de ti mismo. Los sitios como Facebook y Twitter están llenos de fotos de amigos y conocidos que se ven muy bien y están en el mejor momento de sus vidas. Como resultado, esto a menudo lleva a los individuos a compararse con los demás, y el resultado es una mayor insatisfacción con la propia vida.
Tensiones de la vida
Otra forma en que la tecnología afecta la salud psicológica es el hecho de estar atado constantemente a las tensiones de la vida. Tener un teléfono celular a mano en todo momento significa que el jefe puede ponerse en contacto contigo en cualquier momento, o que los cobradores de facturas pueden encontrarte sin importar dónde te encuentres, incluso si estás en una isla tropical bebiendo piña colada.
Muy difícil relajarse
Aún cuando las llamadas estresantes no están llegando, el teléfono celular sirve como un recordatorio de que las deudas, obligaciones y emergencias de trabajo aún existen, y todo esto hace que sea mucho más difícil realmente relajarse y olvidarse.
Confusión mental
Una razón más tangible para aumentar los niveles de estrés son las continuas distracciones debido a los dispositivos que no permiten que una persona se concentre en una tarea el tiempo suficiente para terminarla, por lo que constantemente tienen que volver y, comenzar de nuevo. Esto causa confusión mental, disminución de la productividad y sensación de aumento de estrés que se percibe cuando la mente es bombardeada por múltiples amenazas al mismo tiempo, en lugar de concentrarse en una sola cosa a la vez.
Si bien la tecnología tiene un gran potencial para ayudar a facilitar un estilo de vida productivo y de ritmo acelerado, también puede ser un arma de doble filo, especialmente si se usa irresponsablemente.
Consejos para maximizar la eficiencia y administrar el estrés
- Revisa correos electrónicos y mensajes solo en ciertos momentos del día o de la semana. Díle a la gente que te llame solo si es una emergencia.
- No multipliques tu trabajo con la tecnología. Concéntrate en una tarea y deja los mensajes de Whatsapp y correos electrónicos hasta que termines.
- Apaga tu teléfono celular por la noche. Si lo usas para que tu alarma se active por la mañana, asegúrate de que las notificaciones estén apagadas, o simplemente compra un despertador económico.
- Si usas redes sociales, limita su uso a solo unas pocas horas por semana. Cuando enciendas, y tienes que salir haz lo que pretendías hacer y sal. No busques fotos y publicaciones interminables.
- No compares las circunstancias de tu vida con las de los demás, que a menudo son fotos montadas o exageradas.
- Limita la navegación de medios de noticias a solo unos minutos por día. No te abrumes con información.
- Organiza tu tiempo para desconectarte una vez al mes, o mejor aún, cada semana. Deja el teléfono en casa y sal a hacer algo con tus amigos y familiares.
- Guarda tu teléfono cuando no estés haciendo algo específico con él. Cuando sientas ganas de sacarlo y comprobarlo, opta por comenzar una conversación con alguien cercano.
- Nunca tengas el teléfono presente o el televisor encendido cuando trates de tener una conversación profunda o emocionalmente cargada con alguien que te importa.
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