¿Qué es el autocontrol?
El autocontrol se define como el “control ejercido sobre los propios impulsos, emociones o deseos” y trabaja codo a codo con la fuerza de voluntad. Cuando practicas el autocontrol, diriges tu fuerza de voluntad hacia el resultado que deseas.
Esto significa que, a veces, tendrás que no hacer nada, como por ejemplo, cuando quieras comer saludablemente y dejar de lado la comida chatarra. También significa que habrá momentos en los que tendrás que hacer un esfuerzo consciente para hacer algo, como desarrollar buenos hábitos o comenzar con el pago de esos impuestos.
Cuando llegas a esta encrucijada, es cuando tu fuerza de voluntad se activa. Esta reacción instantánea proviene de la corteza prefrontal (CPF), que es la sección frontal del cerebro responsable de regular nuestro comportamiento y nuestra capacidad para tomar decisiones.
Entonces, lo primero que debes hacer para desarrollar tu fuerza de voluntad es mantener tu corteza prefrontal en buena forma como cuando:
- Consigues un sueño de calidad cada noche
- Comes una dieta nutritiva y bien balanceada
- Haces ejercicio de 3 a 5 veces por semana
- Manejas el estrés
¿Podemos quedarnos sin fuerza de voluntad?
Curiosamente, los expertos dicen que tenemos una reserva finita de fuerza de voluntad. Empiezas el día con una cantidad limitada y cuanto más la usas, más rápido se te acaba.
Por ejemplo: tratas de controlar tu temperamento en tu camino al trabajo, en el trabajo y luego en tu camino de regreso a casa. También consumes tu fuerza de voluntad cuando tratas de ignorar las distracciones, ayudar a tus hijos con su tarea y negociar un compromiso con tu pareja.
Al igual que nuestros músculos reales, nuestra fuerza de voluntad se desgasta por todo ese uso repetitivo.
Cómo desarrollar tu fuerza de voluntad
Echa un vistazo a estos consejos para aumentar tu reserva de fuerza de voluntad.
- Aprende técnicas de respiración
- Practica afirmaciones diarias
- Medita cada día
- Concéntrate en lo que es importante ahora posponiendo lo que no debes hacer para más adelante
- Limita tu consumo de sustancias adictivas, como el alcohol y la nicotina.
Autocontrol
El autocontrol se define como el “control ejercido sobre los propios impulsos, emociones o deseos” y trabaja codo a codo con la fuerza de voluntad. Cuando practicas el autocontrol, diriges tu fuerza de voluntad hacia el resultado que deseas. Significa que habrá momentos en los que tendrás que hacer un esfuerzo consciente para hacer algo, como desarrollar buenos hábitos o comenzar con esos impuestos.
Agotamiento del ego
Igual que la fuerza de voluntad, también es finita. En otras palabras, cada vez que usas el autocontrol, tu poder para tomar decisiones acertadas disminuye gradualmente hasta que comienzas de nuevo a la mañana siguiente. Esto es a lo que los expertos se refieren como «agotamiento del ego» y sucede porque pasas la mayor parte de tus horas de vigilia haciendo todo lo posible para concentrarte en tomar decisiones y ejercer tu fuerza de voluntad.
Por lo tanto, no te sorprenda que al final del día te sientas agotado y exhausto, y probablemente te resulte difícil pensar de manera coherente, y mucho menos poder tomar decisiones de las que no te arrepentirás en la mañana.
¿Cómo desarrollar el autocontrol?
Afortunadamente, hay maneras de mejorar tus niveles de autocontrol y reducir el impacto del agotamiento del ego. Muchas de ellas se basan en las mismas técnicas que se utilizan para aumentar la fuerza de voluntad, como dormir bien y controlar el estrés, mientras que otros son ligeramente diferentes.
Echemos un vistazo.
- Aprende a regular tus emociones.
- Practica la autocompasión.
- Toma conciencia de tus deseos y necesidades para dirigir la energía hacia la superación personal.
- Administra tu tiempo y energía de manera más eficiente.
- Crea metas a corto y largo plazo para mantenerte motivado.
El autocontrol emocional consiste en gestionar nuestros sentimientos y comportamientos para controlar tanto las emociones positivas como las negativas y así poder expresarlas de manera adecuada. Sin embargo, para mejorar el autocontrol emocional es fundamental desarrollar o potenciar la inteligencia emocional.