¿Te encuentras constantemente dudando de tus decisiones? ¿Estás preocupado por las reacciones de otras personas, de sus acciones u opiniones? En esta publicación, compartiré algunos consejos y trucos para ayudarte a dejar de preocuparte por lo que la gente piensa de ti. Aprende a utilizar la crítica constructiva a tu favor. Luego, simplemente filtra cualquier juicio negativo.
¿Las opiniones de la gente te están frenando?
Preocuparse por lo que los demás piensan y sienten de ti es una parte normal de nuestro ADN. Estamos programados para buscar la aprobación de otros.
Los estudios demuestran que existe un centro de recompensa (El sistema de recompensa del cerebro es el encargado de medir la sensación de placer en el organismo) que se activa cuando se nos da un cumplido. Incluso si solo sientes el reconocimiento de otras personas por tu arduo trabajo, tu cerebro encenderá esos mismos centros de recompensa.
Entonces, nos sentimos bien con nosotros mismos cuando somos aceptados. Sin embargo, no siempre podemos ser aceptados y agradar a todos en todo momento. Los problemas comienzan cuando comenzamos a cambiar nuestro estilo de vida para que se ajuste a las expectativas de los demás. Damos a otros poder sobre nuestras vidas y cómo debemos vivirlas. En consecuencia, dejamos de ser quienes realmente somos.
Después de eso, las cosas van cuesta abajo y comienzan a descontrolarse. Estar atrapado en ese estado mental puede ser destructivo para ti y para quienes te rodean. Al seguir este camino improductivo, dejarás un camino de destrucción a tu paso. Tu trabajo se verá afectado, tus relaciones pueden ser saboteadas y tu autoestima seguramente se verá afectada.
¿Cómo puedo dejar de preocuparme por lo que piensa la gente?
Haz un examen de conciencia serio. ¿Sientes que tu realidad ha cambiado? ¿Has comenzado a creer en la versión de otras personas acerca de quién eres, en contraposición a tu verdadero yo? Entonces, es el momento de dar un paso al frente y tomar algunas medidas prácticas. Tu obligación es compartir tu verdadero yo con el mundo. Al fin y al cabo ¡los otros no saben lo que se pierden!
Aquí encontrarás algunas formas sencillas, pero efectivas, de ayudarte a romper este círculo vicioso. Sigue leyendo para obtener más información.
1. Céntrate en lo importante
¿Alguien ha dicho algo desagradable sobre ti? no permitas que se apodere de ti ese pensamiento y nunca lo transformes en resentimiento. Es probable que esa persona no recuerde ahora lo que ha dicho diez minutos antes, además de reflejar como persona quien realmente es. Si lo piensas bien, la verdad es que lo que ha dicho tiene muy poco que ver con lo que tu realmente eres.
En otras palabras, sus percepciones sobre ti provienen solo de esa persona. Y tu no eres responsable de cómo se siente o cómo piensa, ni tampoco tu lo puedes cambiar. Entonces, ¿por qué perder el tiempo preocupándote por algo sobre lo que no tienes control?
En cambio, canaliza esa energía en algo productivo. Por ejemplo puedes aprender una nueva habilidad, tomar una clase y aprender algo nuevo o retomar un antiguo pasatiempo. Sea lo que fuera, asegúrate de que sea algo que te guste y lo disfrutes.
A continuación, se incluyen algunas cosas sencillas que valen la pena hacer antes que preocuparte por lo que piensa la gente:
- Pasa tiempo de calidad con amigos y familiares. Rodéate de personas que te animen y apoyen.
- Haz trabajo de voluntariado.
- Sal a dar un paseo por el parque, cada vez que tu tiempo lo permita.
- Cena en ese restaurante algo delicioso que has estado deseando probar.
- Sonríe al mozo que te sirve el café o te abre la puerta.
2. Resalta tus logros
Todos hemos pasado por momentos difíciles en nuestras vidas; algunos más que otros. Al mismo tiempo, todos hemos logrado algo en la vida. No tiene por qué ser grandioso o muy elaborado. Simplemente tiene que significar algo para ti, como aprobar el examen o preparar comidas caseras durante toda una semana. Siéntete orgulloso de ti mismo y de todo el trabajo duro que le dedicas. Incluso puedes escribir estos logros y colgarlos en tu refrigerador o espejo del tocador. Luego, cada vez que eches un vistazo a uno de tus logros, háblate a ti mismo: «¡Yo hice eso!» Di una y otra vez hasta que tu subconsciente lo asimile.
Otra forma de aumentar tu confianza es practicar haciéndote declaraciones alentadoras. Éstas te ayudarán a desarrollar tu autoestima y mejorar la forma en que te ves a ti mismo.
Aquí hay algunas declaraciones para inspirarte:
- Mi confianza en mí mismo va en aumento.
- Soy digno de todas las cosas buenas.
- No puedo controlar lo que sucede, pero puedo controlar mi reacción ante ellos.
- Mis ideas son geniales.
- Estoy bendecido y agradecido para Dios, para todos y por todo en mi vida.
3. Entrénate para ver lo positivo
Nuestros cerebros están conectados para ver lo negativo. Nos quejamos, culpamos a los demás y sufrimos. ¡Eso tiene que terminar hoy!
Puedes entrenar tus pensamientos para que sean más positivos. Pero no de una manera engañosa o ingenua; sino de forma sana y productiva. Como resultado, te vuelves menos ansioso y más resistente.
Para ser honesto, esto funciona si piensas de manera más objetiva, especialmente cuando se trata de tus debilidades o defectos. Todos los tenemos. Algunos reconocen mejor sus defectos que otros y los mejoran ¿Por qué no puedes ser tú?
Escribe una lista de cinco cosas que te preocupan. Luego, establece algunos objetivos realistas para cambiarlos y recompénsate cada vez que alcances uno de los objetivos establecidos.
Asegúrate de comenzar poco a poco y trabajar a tu propio ritmo. El punto es sentirse bien consigo mismo, no abrumado ni agobiado.
4. Practica técnicas de relajación
Las técnicas de relajación se están volviendo populares porque las personas se están dando cuenta de la importancia del cuidado personal. Estas técnicas tienen como objetivo reducir los niveles de estrés y mejorar la salud en general. También te enseñan el valor de saborear el presente, cuando te concentras en tu hoy, dejas de preocuparte por lo que sucedió en el pasado o lo que podría suceder en el futuro.
Estas técnicas de relajación también pueden ayudarte a dejar de preocuparte por lo que la gente piensa de ti. Lo mejor de ellas es que puedes hacerlas en cualquier lugar. Siempre que empieces a preocuparte, recuerda que podrías estar exagerando. Con toda probabilidad, tus colegas no te están juzgando con tanta dureza como crees.
Respira profundamente un par de veces y concéntrate en todo lo que te rodea: tu taza de café, una nube, tus uñas . . . ¡Cualquier cosa que pueda dirigir tus pensamientos al momento presente será suficiente!
Entonces, he aquí, notarás que tu pulso se está desacelerando y también tu frecuencia cardíaca. Tu ansiedad comenzará a disminuir y te darás cuenta de que ya no te importa tanto lo que la gente piensa de ti.
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